Fobias
El origen del desarrollo de una fobia puede estar en una vivencia traumática propia o en la mera observación de la vivencia de otra persona.

Las fobias son un miedo muy intenso exagerado, irracional e incontrolable hacia un
estímulo que se desencadena rápidamente cuando nos acercamos a una situación,
objeto o animal que nos aterra
El modelado -repetir el patrón de conducta observando en personas influyentes– es también una causa observada en algunos casos. Por ejemplo, si una madre o padre exhiben ante sus hijos los patrones de conducta de una fobia a las cucarachas, los hijos pueden aprenderla.
Las fobias en todo caso limitan la vida de la persona y cercenan su autoestima y su autoconcepto personal, ya que la persona siente que una situación, objeto o animal externo tiene un tremendo poder sobre ella hasta el punto de dejar de hacer cosas que antes eran gratificante o necesarias si estás pueden enfrentarla al estímulo temido .
El miedo que se siente ante el objeto o evento fóbico es desproporcionado y persistente, de respuesta inmediata y aguda de forma que la persona que lo sufre tiene a evitar el estímulo temido, lo que suele aumentar cada vez más el temor al mismo y en ocasiones generalizar a otros estímulos.
Existen cientos de fobias, pero las más comunes son:
El miedo de volar o subir a un avión es bastante frecuente porque deriva de un miedo adaptativo, pero consideramos que adquiere la categoría de fobia solo cuando el pánico es tan intenso que resulta un elemento limitador de la calidad de vida de la persona.
La persona es consciente de que el miedo es irracional pero aunque esté segura de que las medidas de seguridad del vuelo son óptimas su pánico se mantiene, experimentando de forma muy desagradable síntomas como sudoración, Subida del ritmo cardíaco y de la respiración, Boca seca, Náuseas, Dolor de cabeza, Malestar general, entre otros.
Esta fobia es muy común porque su origen deriva de un miedo adaptativo que surge de la respuesta natural de nuestro sistema nervioso simpático activando la reacción automática de supervivencia.
Pero cuando esta reacción se activa ante situaciones que no implican un peligro real y seguro para nuestra integridad física como subir unas escaleras, una montaña, asomarse por un balcón o ventana de un piso elevado, subir una montaña…) se vuelve una fobia que puede llevar a interferir seriamente en nuestra vida.
La agorafobia es una de las fobias más comunes y Las personas que la sufren sienten mucha ansiedad cuando deben enfrentarse a los espacios abiertos. La agorafobia suele cursar con Miedo a salir a la calle, Temor irracional a quedarse solo/a, Cambios de humor e irritabilidad, Síntomas de ansiedad en un espacio abierto, Tendencia a evitar las reuniones sociales.
Coulrofobia es un miedo muy común que suele tener su origen durante la infancia por la respuesta adaptativa ante un estímulo distinto y desconcertante. Probablemente no ayuda la cantidad de películas e historias que relacionan los payasos con secuencias terroríficas.
La claustrofobia o miedo a los espacios cerrados, se define como el miedo irracional a estar en un lugar pequeño y sin acceso al exterior, como la sala de un cine o un ascensor, por ejemplo. La persona que la sufre puede llegar a sufrir ataques de ansiedad, sudoración, tensión…. cuando se encuentra ante un espacio cerrado.
La claustrofobia, puede llegar a limitar de forma importante la a de la persona en el caso de estar en un límite extremo.
Es también bastante común y la persona que la padece tiene un miedo incontrolable hacia las agujas o hacia algún objeto punzante. Esta fobia también tiene su origen en nuestro instinto de supervivencia y la respuesta de huida inconsciente se dirige al temor de s iris algún daño.
En casos extremos puede tener consecuencias graves por la interferencia que para ejercer sobre la necesidad o voluntad del sujeto a recibir cualquier tratamiento médico en el que deban utilizarse las agujas.
Puede estar relacionada con la ansiedad social y se presenta cuando la persona tiene que hablar en público. En casos más agudos puede provocar ataques de pánico realmente graves.
Tiene su origen en el miedo a lo desconocido y a la incapacidad de saber lo que nos rodea y a sensación de no estar preparados para un posible ataque.
Más conocida como miedo a la sangre. se caracteriza por una sensación de mareo (e incluso desmayos) al ver sangre y está muy relacionado con la belonefobia (el miedo a las agujas), por lo que las personas con hemofobia suelen evitar las agujas y los objetos punzantes. Esta fobia limita la posibilidad de ayudar a alguien que ha sufrido un accidente puesto que se marean al ver sangre.
Miedo, asco y rechazo a los agujeros o a las figuras geométricas muy juntas que se encuentran en la naturaleza como la forma de la colmena de abejas por ejemplo.
las personas con fobofobia pueden sentir una fuerte angustia y ansiedad ante el menor peligro o posibilidad de este.
Los síntomas típicos que presentan las personas con aracnofobia ante la presencia o posibilidad de arañas son sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, mareos y náuseas.
Puede estar ligada a la hipocondría.
Suele desencadenarse por un evento traumático que produce ese miedo.