Transtorno de la conducta alimentaria
La persona con problemas de trastorno de la conducta alimentaria como la Bulimia Nerviosa, suele provocarse atracones ,ingesta voraz e incontrolada. Ingiriendo una gran cantidad de alimento en muy poco espacio de tiempo, evitando que alguien la vea.

Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por un comportamiento
patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso que
interfiriere en su salud física y su bienestar emocional afectando el resto de áreas de su vida
El sentimiento de culpabilidad y malestar generado por el atracón hace que intente compensar los efectos de la sobreingesta. Se provoca entonces vómitos, tomando laxantes o purgantes y/o incrementando su actividad física.
Este trastorno es de difícil detección ya que a menudo la persona afectada no adelgaza visible y preocupadamente e incluso puede presentar sobrepeso.
La persona que sufre bulimia está muy preocupada por el peso y la figura. Vive su problema con sentimientos de vergüenza y culpa, por lo que le resulta difícil pedir ayuda y suele hacerlo cuando el problema ya es avanzado.
¿Cuándo podemos decir que una ingesta copiosa y aguante se trata de un atracón?
Los atracones bulímicos son episodios recurrentes en los que la persona ingiere en un corto espacio de tiempo una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de las personas comerían, y a menudo alimentos muy calóricos y carbohidratos.
La persona no puede controlar lo que come y trata de compensar el exceso con comportamientos inapropiados para no ganar peso, como provocar el vómito o usar laxantes. Los atracones pueden estar precedidos por un estado de ánimo alterado, dificultades interpersonales o sentimientos relacionados con el peso o los alimentos que la persona trata de controlar sin éxito. Los atracones solo reducen temporalmente el malestar, y pueden llevar a la persona a sentir culpa, auto-desprecio o depresión, lo que puede desencadenar el siguiente episodio.
Trastorno por Atracón
Además de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, también existe el trastorno de la conducta alimentaria no especificado (TCANE), que se refiere a los casos en los que una persona experimenta patrones preocupantes o patológicos relacionados con la comida, pero que no cumplen con los criterios diagnósticos exactos de la anorexia o la bulimia.
Estos casos pueden incluir restricción de comida con distorsión de la imagen corporal, atracones y purgas, o una combinación de ambos, pero con una frecuencia baja y/o irregular. Aunque el TCANE no es tan específico como la anorexia o la bulimia, puede ser igualmente grave y requiere tratamiento.
Otros trastornos de la conducta alimentaria menos conocidos:
La pica es un trastorno que consiste en ingerir de forma persistente sustancias no nutritivas como, por ejemplo, arena, yeso o papel. Es más habitual durante la infancia. Puede estar presente en niños o personas sometidas a un intenso estrés emocional y en algunos casos con autismo o un retraso mental.
Este trastorno se caracteriza por regurgitaciones repetidas de alimento. Van del estómago a la boca, para volver a masticar, lo que dificulta la digestión y provoca pérdida de peso.
Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y preferencia caprichosa por alimentarse de forma diferente a lo que puede considerarse una conducta alimentaria normal. Suele iniciarse con anterioridad a los 6 años y puede ir acompañada de trastorno por rumiación.
¿Qué señales pueden advertirnos de que una persona de nuestro entorno padece algún trastorno de la conducta alimentaria?
La persona muestra un interés injustificado por dietas restrictivas y una preocupación constante por la comida. Tiene sentimientos de culpa por comer y comportamientos extraños con la comida.
Puede haber pérdida de peso injustificada, constatación de mentiras relacionadas con la comida, y práctica de ejercicio físico de forma compulsiva. También pueden estar presentes síntomas como frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez, mareos, caída de cabello, y desaparición del ciclo menstrual en mujeres. Puede haber alteración del rendimiento académico o laboral, aislamiento social, irritabilidad, agresividad, y síntomas depresivos y/o de ansiedad.
¿Cómo podemos ayudar a una persona si creemos que tiene un problema con la comida?
La mejor manera de ayudar a alguien con un posible trastorno de la conducta alimentaria es hablando con ellos de manera honesta, comprensiva y sin juicios.
Es importante exponer las preocupaciones en primera persona y ofrecer sugerencias para buscar ayuda profesional. Si la persona niega tener un problema, se puede pedir ayuda indirectamente y expresar la importancia de buscar apoyo.
¿Implica esto la presencia de un trastorno?
La detección de uno o varios de estos síntomas no implica necesariamente la presencia de un trastorno. Para su diagnóstico hay que valorar no sólo las presencia sino el nivel de intensidad y duración. También valorar el grado de interferencia en las demás áreas de la vida de la persona. Por eso, los siguientes síntomas deben funcionar únicamente como señales de alerta para buscar ayuda profesional.