4 Consejos para preservar la autoestima de los hijos ante la separación de los padres

Los padres son y seguirán siendo siempre las dos personas más importantes de la vida de los hijos, aunque sus padres se hayan separado. En este post te doy 4 consejos para preservar la autoestima de los hijos tras la separación de los padres.

 

Los padres son y seguirán siendo siempre las dos personas más importantes de la vida de los hijos. Por ese motivo, ante una separación, sus comportamientos y la expresión de sus emociones cobran una gran relevancia. Ante una separación es necesario poner especial atención a las conductas que favorecen una adecuada transición al nuevo estatus familiar -con dos hogares- como forma de velar por la adaptación emocional a la nueva situación y la autoestima de los hijos.

 

VITAMINA MORAL 1: Preservar la figura del progenitor ausente.

Para un niño o niña su padre y su madre son las dos figuras emocionales más importantes y la triada relacional establecida entre los tres ejercerá un poderoso influjo sobre su madurez emocional y la capacidad para establecer relaciones estables y saludables con el resto de las personas emocionalmente significativas durante el resto de su vida. El hijo no puede desarrollar una adecuada autoestima si uno de sus progenitores –o dramáticamente ambos- menoscaban, desprecian o atacan la figura del otro progenitor. De hecho, su autoestima y estabilidad emocional depende de que ambas figuras parentales se mantengan como pilares emocionales fuertes y firmes independientemente del sistema de relaciones familiares. Cuando un progenitor interfiere en la imagen del otro progenitor ante su hijo o hija le está creando un daño emocional que puede ir desde leve a grave dependiendo de su duración e intensidad y puede ocasionar graves secuelas morales y emocionales. Así, ante una separación cada progenitor puede regular la forma en que habla a sus hijos del otro progenitor respondiéndose a sí mismo a la siguiente pregunta ¿Le aprecio o le respeto? Obrar de forma coherente con la respuesta elegida será la clave para preservar la figura del progenitor ausente ante los hijos.

 

VITAMINA MORAL 2: Mantener las normas y los límites de forma congruente entre hogar materno y hogar paterno.

Es importante que ambos progenitores sigan manteniendo las normas y los límites que imperaban en el hogar anterior a la separación. La continuidad entre ambos hogares de un estilo educativo consensuado proporciona a los hijos un marco de seguridad que favorece la adaptación a la nueva situación. Caer en la tentación de ceder y consentir a los hijos más de lo que anteriormente se hacía, con el fin de “compensar” lo que puedan estar sufriendo es un error que además ofrece a los hijos un contexto en el que pueden chantajear a los padres.

 

Los padres son y seguirán siendo siempre las dos personas más importantes de la vida de los hijos. Por ese motivo, ante una separación, sus comportamientos y la expresión de sus emociones cobran una gran relevancia. Ante una separación es necesario poner especial atención a las conductas que favorecen una adecuada transición al nuevo estatus familiar -con dos hogares- como forma de velar por la adaptación emocional a la nueva situación y la autoestima de los hijos.

 

VITAMINA MORAL 3: Amor incondicional pero discriminado.

Unos de los momentos más duros para padres e hijos ante una separación -al menos al principio- es cuando se producen los intercambios temporales entre el padre y la madre. En estos casos, al dar los besos y el abrazo de despedida y decirle a la vez que se le quiere mucho, es importante mantener una actitud serena, de confiado bienestar y si es posible de alegría. El hijo tiene que sentir que el progenitor del que se está despidiendo, a pesar de que le quiere y le va a echar de menos, está seguro y feliz de vaya a disfrutar del otro progenitor también. Hay que evitar las actitudes dramáticas que den a entender cualquier tipo de sufrimiento del progenitor que cede su tiempo de estancia con el hijo al otro progenitor y cuidar el tono y el contenido de sus frases para no hacerle sentir que se queda preocupado o sufriendo. El mensaje de “te quiero mucho” debe sonar sereno y alegre evitando tonos de victimismo o contenidos del tipo “no te preocupes hijo, que el tiempo pasa rápido y enseguida estás otra vez con mamá, o papá”

 

VITAMINA 4: coherencia verbal y contextual de la nueva situación familiar.

Muchos padres que se separan creen que, una vez formalizada la separación, es bueno para los hijos programar actividades -salir a comer, ir al cine e incluso hacer un viaje familiar- todos juntos para hacer a los niños más llevadero el proceso. Sin embargo, esto es un error que puede acarrear dificultades y retrasos de adaptación de los hijos –y a veces de los padres- ya que estas situaciones suelen alimentar sus fantasías de reconciliación ocasionándoles confusión y estrés añadido y sostenido en el tiempo. En efecto, puede ser muy difícil para los hijos comprender por qué sus padres se separan si en realidad están tan bien todos juntos. Hay que tener en cuenta que los hijos más pequeños –y los no tan pequeños- pueden vivir estas situaciones familiares como oportunidades para que sus padres se reconcilien sintiéndose responsables de que esto ocurra –para lo que, normalmente tratarán de portarse muy bien-, sintiéndose muy culpables cuando comprueban, tras el evento, que la situación familiar sigue siendo la misma y sus padres siguen manteniendo dos hogares independientes. Lo mejor para los hijos es pues mantener una relación cordial pero coherente con la situación de separación compartiendo con ellos las situaciones en los que sean los protagonistas, como revisiones y visitas al pediatra, celebraciones de fin de curso, eventos deportivos o artísticos, etc.… De esta forma se mantiene la nueva estructura familiar de forma coherente para los hijos que pueden contar con ambos progenitores en cada uno de los momentos importantes de su vida dentro de una coherencia vital y familiar absoluta.

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