¿Por qué os separáis? Y otras dudas de los hijos ante la separación y cómo resolverlas

Todo suele empezar con la fatídica “¿Por qué os separáis?”.

 

A través de este artículo quiero dar respuesta a preguntas que con frecuencia me formulan en la consulta padres que se encuentran en proceso de separación. Desde mis dos facetas profesionales (clínica y forense) me encuentro a menudo con dos perspectivas distintas ya que como psicóloga clínica tengo la oportunidad de asesorar a los padres antes de que sus hijos sepan nada sobre la nueva situación familiar de modo pueden elegir el momento y la forma más adecuados para comunicarles la separación, pudiendo observar en estos casos una mejor adaptación de los hijos a la nueva forma de convivencia familiar.

 

En cambio, como psicóloga forense me encuentro con familias cuyos progenitores están ya en proceso avanzado de separación, por lo general de forma contenciosa y puedo observar los efectos de la forma en que, en su momento, los padres han comunicado esta situación a los hijos y las diversas consecuencias emocionales que los niños han podido tener dependiendo del enfoque que han usado. No es exagerado decir que un buen porcentaje de los hijos de padres separados que presentan dificultades de adaptación a la nueva situación familiar, están sufriendo las consecuencias de una inadecuada comunicación y posterior gestión de la nueva situación por parte de sus padres, más que de la separación en sí.

 

Este artículo forma parte de una serie en la que estoy abordando aspectos relacionados con la gestión eficaz y emocionalmente amable de la situación de separación matrimonial ante los hijos, abarcando desde los aspectos más generales y aplicables a casi cualquier familia –como la forma de comunicarlo…- hasta aspectos más concretos y específicos que pueden generar situaciones más extraordinarias -como la separación cuando el hijo es un bebé, o cuando, una vez separados, un progenitor observa que el otro está interfiriendo en su relación con sus hijos….

 

En un anterior post (las 2 claves), ofrezco una forma saludable para explicar la separación a los hijos enfatizando los dos mensajes clave que deben dejar claros los padres cuando han tomado la decisión de separarse. Hoy quiero abarcar este tema desde una perspectiva más amplia, tratando de dar respuesta a las preguntas que más frecuentemente me plantean en consulta las personas que se encuentran en esta situación.

 

Así, además de dejar claro a los hijos que aunque los padres se separen como matrimonio la familia permanece intacta y que ellos no son culpables de la separación sino que, al contrario, gracias a ellos papá y mamá siempre serán amigos y/o estarán unidos porque son su familia, es importante saber y tener en cuenta que los hijos suelen tener muchas dudas y preocupaciones que necesitan ser resueltas como medio para lograr una mejor y más rápida adaptación emocional al cambio familiar y de vida que supone la separación de sus padres.

 

Las cuatro dudas y preocupaciones que los hijos se plantean ante la separación de sus padres y cómo resolverlas:

 

¿Pero si mi padre y mi madre se han dejado de querer de la forma en que se querían antes, me van a dejar de querer a mi también?

Hay que decir claramente a los hijos que el amor por ellos es incondicional. El cambio sólo se va a producir en las relaciones familiares y el estilo de convivencia, pero el amor por ellos sigue siendo y será siempre inamovible e incondicional.

 

¿Y ahora cómo vamos a estar?, ¿dejaré de ver a uno de los dos? ¿perderé a uno de los dos?

En el caso de que ya se haya llegado a un acuerdo entre los padres sobre cómo se van a desarrollar las relaciones familiares a partir de la separación hay que explicar a los hijos como van a organizar la convivencia tranquilizándoles respecto a la forma en la van a poder comunicarse con el otro progenitor en los periodos en los que no estén con él. En el caso de que todavía no se ha acordado hay que trasladar a los hijos la seguridad de que los periodos en los que están con uno de los dos no excluyen la comunicación con el otro mediante teléfono, skype…., asegurándoles que el contacto con los dos siempre se va a mantener.

 

¿Y cúal de vosotros dos tiene la culpa?

Es importante que, sea cual sea el motivo de la separación y parta de quién parta, ambos progenitores transmitan a los hijos que ha sido una decisión consensuada entre ambos. Esta actitud proporciona tranquilidad y seguridad al niño ya que ambos progenitores se mantienen como pilares emocionales fuertes evitando que el hijo establezca un culpable y una víctima que debilitaría ambas figuras -materna o paterna- ante el niño, produciéndole, por tanto estrés y dolor emocional añadido.

 

¿Y por qué os separáis?

Los motivos que se deben dar a los hijos tienen que ser lo más impersonales y neutros posibles: “papá y mamá somos muy diferentes”, “pensamos de forma tan distinta que no conseguimos ponernos de acuerdo”… son explicaciones que permiten al hijo entender la situación sin culpabilizar a ninguno de los dos progenitores y preservando su integración emocional al dejarlos a ellos fuera del campo de conflicto neutralizando o impidiendo que ellos se sientan culpables.

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